02 septiembre 2013
"El valor terapéutico del clown: reflexiones" por Carlos Martín
La búsqueda del éxito profesional es una de las presiones
características de nuestra cultura y, como parte de una sociedad capitalista,
tratamos de convertir nuestro talento en capital humano, en algo productivo o
por lo que ser reconocido. Los terapeutas ocupacionales, por aquello de que
nuestro nombre no explica demasiado bien lo que somos o hacemos, buscamos ese
reconocimiento social con especial ahínco. Supongo que es humano soñar con que
algunos profesionales que malinterpretan, desconocen o compiten con nuestro
campo de conocimiento y actuación, nos acaben diciendo lo buenos e importantes
que somos.
Sin embargo, existe cierto peligro de egolatría cuando dejamos
de contemplar nuestras carencias o defectos, en el empeño por mostrar solamente
nuestro lado más favorable. Es necesario avanzar y plantearse nuevos retos pero,
a veces, podemos llegar a convencernos de que nuestro potencial es casi
ilimitado, un tipo de pensamiento que suele provocar importantes frustraciones.
Como terapeuta ocupacional, me he especializado en el ámbito
de la exclusión social y la salud mental, prestando especial interés por la
alianza terapéutica y por la influencia en dicha alianza de determinadas
actitudes profesionales que suelen aparecer como parte natural del desarrollo
profesional. Me refiero, entre otras, a la rigidez de planteamientos y al
entendimiento de la problemática del otro desde parámetros exclusivamente
teóricos que nos aporten una sensación de mayor control, en definitiva, de menor
vulnerabilidad frente al paciente.
Considero que, tanto en los planes de estudio universitarios
de las profesiones del ámbito socio sanitario, como en muchos equipos de
trabajo multidisciplinar se dedica escasa atención al desarrollo de aspectos
relacionados con la inteligencia emocional del profesional. Aprender a manejar
las emociones que surgen en el encuentro entre personas, más cuando una está
padeciendo un problema de salud que limita su desempeño en distintos contextos,
resulta imprescindible.
Sin embargo, el uso
terapéutico del “yo”, que consiste en hacer un “uso planificado de la
personalidad, intuiciones, percepciones y juicios del terapeuta como parte del
proceso terapéutico” (Punwar & Peloquin, 2000), no se aprende mediante el
estudio de técnicas o modelos de terapia ocupacional, sino conociendo lo mejor
posible a la persona que hay detrás del terapeuta. El único lugar para
comprender al otro es desde la conciencia de uno mismo.
Por lo general, el consultante, paciente, usuario, o persona
que precisa apoyo de un profesional en el ámbito socio sanitario parte de una
situación de vulnerabilidad marcada por la patología y sus implicaciones. En
ocasiones, la persona se enfrenta a una enfermedad grave y desconocida que le
produce desasosiego, y en otras, convive desde hace años con un problema de
salud que ha provocado mucho sufrimiento, tanto a él como a su entorno.
En mi propio desarrollo de la identidad profesional, el
clown ha sido un aliado inesperado que me ha permitido descentrarme de las
vanidades del profesional y me ha aportado una pequeña dosis de humildad. Tras
varios años en este otro proceso de búsqueda, la de mi payaso, he llegado a
comprender el paralelismo existente entre la práctica sociosanitaria y la
técnica del clown.
Así como en la
clínica existe un binomio indestructible compuesto por el profesional y el
paciente, en el circo tradicional surge la pareja de payasos más conocida, el
Carablanca (como nuestra bata) y el Augusto, más conocidos como el listo y el
tonto. Pero no hay que sacar conclusiones precipitadas.
El payaso Augusto es torpe e ingenuo, tanto en el éxito como
en el fracaso, ya que disfruta con su juego de trasgredir la expresión adulta
de las emociones. Se permite ser un loco
y alborotador, en definitiva libre y trasparente como un niño. Por el
contrario, el Carablanca es un personaje
orgulloso de su raciocinio, con un vestuario brillante y modales
exquisitos que representan la autoridad y el orden de los adultos. A pesar de
que sus miradas enfocan mundos enfrentados y de utilizar lenguajes completamente
distintos, existe una gran escucha entre ambos. Detrás de toda la represión externa
del Carablanca se esconde la generosidad que permite al Augusto tomar
protagonismo y ser quien arranque con su comportamiento las mayores risas del
público. Y tampoco el Augusto es tan tonto como parece, pues para sorprender y
emocionar al público hay que desarrollar mucha creatividad y un gran sentido
del riesgo.
A los profesionales del ámbito sociosanitario nos toca
representar en ocasiones el papel de Carablanca, pero no podemos evitar sentirnos
vulnerables, perdidos o torpes en otros momentos. De hecho, son estos últimos
los que nos hacen crecer profesionalmente, y sobre todo, son imprescindibles
para saber cómo contener la vulnerabilidad del otro, que es un punto clave en
la creación de la alianza terapéutica.
Durante el proceso de creación de esa alianza también puede
surgir cualquier circunstancia que haga fracasar nuestras expectativas o las
del paciente. Como ya sabemos, el fracaso es parte inevitable del camino hacia
el éxito, pero para el clown, es un alimento principal. Al no conseguir sus
objetivos, por ejemplo hacer reír, el clown debe aceptarlo y buscar una solución para
superarlo, que suele ser finalmente la que provoque la risa, ya que reacciona
de forma espontánea y se muestra trasparente, tal como es.
Cuando un profesional tiene dificultades para vivir el fracaso, surgen
resistencias que se perciben en la relación terapéutica y laboral. A veces, en
los momentos de pérdida, los profesionales encorsetamos nuestras reacciones al
tiempo que las instituciones en las que trabajamos nos animan a ser
políticamente correctos siempre que podamos. La sensación es que no somos
nosotros mismos y que muchas veces, “la
procesión va por dentro”.
Si al relacionarnos con compañeros o con pacientes, no nos mostramos
desde nuestra propia autenticidad y expresamos nuestros sentimientos de vez en
cuando, el peso de la bata puede aplastar al humano que llevamos dentro. En el
clown pasa lo mismo, si no habita las emociones y antes de reaccionar se juzga,
el clown desaparece. Pero como esto no es fácil, es importante entender que
cuando se improvisa, no hay nada mal o bien hecho, sino mayores o menores
hallazgos en la búsqueda de nuestro clown. Es una manera muy saludable de
pensar y aplicable a nuestro desarrollo profesional.
Por otro lado, el clown potencia nuestra capacidad para usar
el humor como una herramienta terapéutica. Se ha demostrado en numerosos
estudios científicos, que el humor y la risa ayudan incluso a reducir el dolor.
Las intervenciones realizas por payasos de hospital se utilizan, cada vez con
mayor frecuencia, con el fin de mejorar la salud emocional de los pacientes
ingresados, como la de los familiares y el personal sanitario. Desde mi
experiencia, creo que la relación asistencial se humaniza cuando colgamos la
solemnidad de la bata blanca y nos contagiamos de la magia de la nariz roja.
Tras la oportunidad ofrecida por el Colegio Profesional deTerapeutas Ocupacionales de Extremadura (COPTOEX), me atrevo a proponer en compañía de
María José Sarrate, mi maestra, una experiencia formativa que busca potenciar
el autoconocimiento y la creatividad del profesional partiendo de nuestra esencia
clown, es decir, de nuestro lado más ridículo y vulnerable, y por qué no, más
divertido.
Si conseguimos formar un grupo de personas dispuestas a reírse de sí
mismas en un ambiente de confianza y respeto, seguro que será un placer y un
éxito asegurado.
Carlos Martín, Terapeuta Ocupacional y Clown
Etiquetas: Cajón de Sastre, Documentos, Formación
Tu comentarios:
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Hola!!! me encantaría formar parte de ese grupo, la verdad es que me han convencido tus argumentos y este año he decidido formarme en el mundo del teatro o del espectáculo porque veo sus propiedades terapeúticas, actualmente soy estudiante de tercero de terapia, pero estoy muy interesada en el tema, dejo mi mail de contacto para ver si podrías informarme más, un saludo
silvia.casanovamartinez@yahoo.es
silvia.casanovamartinez@yahoo.es
Hola!!! me llamo Natalia soy terapeuta y la idea me parece fascinante, dejo mi correo porque me encantaría formar parte de esta iniciativa!!!
un saludo
natalia.pv@hotmail.com
un saludo
natalia.pv@hotmail.com
Hola Silvia, Felipe y Natalia,
Me alegra un montón leer que os ha gustado la idea del curso.
En Agosto publicamos el programa del curso en este mismo blog. Os pego el enlace:
http://aexto.blogspot.com.es/2013/07/curso-el-valor-terapeutico-del-clown.html#links
Si pincháis debajo de la foto, en el título del curso subrayado, os enlazan con el programa en pdf. Ahí podéis encontrar toda la información sobre el curso. Espero que os encaje y nos veamos pronto.
Un abrazo,
Carlos
Me alegra un montón leer que os ha gustado la idea del curso.
En Agosto publicamos el programa del curso en este mismo blog. Os pego el enlace:
http://aexto.blogspot.com.es/2013/07/curso-el-valor-terapeutico-del-clown.html#links
Si pincháis debajo de la foto, en el título del curso subrayado, os enlazan con el programa en pdf. Ahí podéis encontrar toda la información sobre el curso. Espero que os encaje y nos veamos pronto.
Un abrazo,
Carlos
Hola Carlos, me llamo Alba. He encontrado esta entrada rebuscando en internet ideas para emi próximo proyecto en la Resi.
Soy TO..además también clown!, implicitamente y en cada acción que me rodea transmito un poquito de mi personaje...así que al ver este proyectazo me he sentido muy identificada!..me gustaría ir pero no puedo, pero quiero poder estar en contacto contigo para próximas oportunidades.
Mi email: alba.buitragom@gmail.com.
salud-os.
Soy TO..además también clown!, implicitamente y en cada acción que me rodea transmito un poquito de mi personaje...así que al ver este proyectazo me he sentido muy identificada!..me gustaría ir pero no puedo, pero quiero poder estar en contacto contigo para próximas oportunidades.
Mi email: alba.buitragom@gmail.com.
salud-os.
Me encanta la idea del clown y espero que esa idea se escuche y se ponga en practica y no solo en el ámbito del TO.
Hola! Le comparto la linda historia de una señorita clown terapéutica http://www.paintitbright.com/inspiration/people-painting-the-world/its-colourful-life-luz-aida-ibarra-burgos/
:)
:)
hola me siento muy emocionada de leer esto pero con dudas pues no se si aun revises estos comentarios pues tu publicacion fue hace ya 2 años; sin embargo quiero compartirte que soy Terapeuta Ocupacional y Clown hospitalario, y me siento muy identificado con aquello que plasmas alli arriba... me gustaria discutirlo mas a fondo
adjunto correo
yuliarizas_0409@hotmail.com
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adjunto correo
yuliarizas_0409@hotmail.com
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