05 septiembre 2011
Kronenberg: "El espíritu de la Terapia Ocupacional es la música que hace que merezca la pena vivir" (I)
¿Cómo llega Frank Kronenberg a la Terapia Ocupacional? ¿Qué
es lo que más destacarías de tu etapa como estudiante?
Para responder a esta pregunta me gustaría hacer una
distinción entre ser un “terapeuta ocupacional en espíritu” (con
"capacidad para escuchar la música de la ocupación") y ser un
“terapeuta ocupacional profesional" ("un instrumento"). Creo que
entre ambas existe una especie de tensión saludable, un potencial creativo. Me
explico…
De manera retrospectiva, creo que nací con y me crié en el
“espíritu de la Terapia Ocupacional”. Me considero a mí mismo un “aficionado”,
un aprendiz a lo largo de la vida de ese espíritu, dado que soy “ocupasiónal”
(“occupassionate”) tanto en la participación como en la comprensión de quiénes
somos las personas y por qué hacemos lo que hacemos a diario. Básicamente, el
“espíritu de la Terapia Ocupacional” es la música que hace que merezca la pena
vivir. Mi decisión de estudiar esta profesión (¡A los 31 años!) fue impulsada
por la necesidad de encontrar palabras, de encontrar un lenguaje, al igual que
otras herramientas que me permitiesen dar sentido y participar de una manera significativa
junto con otros en nuestra historia colectiva.
Después de graduarme como maestro de educación infantil en
los Países Bajos (¡A los 19 años!), no me sentía suficientemente preparado para
educar a niños en la escuela primaria. Quería lograr una mejor comprensión de
la “gran pintura del mundo” en la cual se despliegan tanto nuestras vidas como
la educación.
Así es que lo que comenzó como un año de experiencia de
trabajo en un Kibutz (Israel) y en un campamento de verano en Estados Unidos,
se convirtió en una gran bola de nieve de más de 10 años viajando y trabajando
alrededor del mundo en iniciativas relacionadas con la educación, la promoción
de la salud o el desarrollo comunitario: en Pakistán/India (personas con
problemas mentales), Nueva York / Estados Unidos (niños y adultos con
discapacidades físicas; jóvenes en situación de riesgo), y México (“niños de la
calle”). Estos intensos y diversos niveles de exposición han ampliado aún más
mis intereses de estudio. Cuando encontré que la Terapia Ocupacional podía
dibujar libremente utilizando una amplia variedad de campos de conocimiento,
contribuyendo de un modo pragmático a las necesidades de las personas, me
matriculé en la Universidad Zuyd (Holanda).
Una de las principales cosas que destacaría durante mi
formación como terapeuta ocupacional es que,
aparte de ser más de 10 años mayor que la mayoría de mis compañeros y
contar con la “experiencia de mundo” que uno ya llevaba, es que tenía una
misión. Sabía lo que el estudio de la Terapia Ocupacional tenía que ofrecerme,
deseaba aprender cómo contribuir de manera significativa a la superación de la
situación de los (así llamados) “niños de la calle”. Eso sí, esta misión estaba
inspirada en gran parte por la visión de los padres y madres fundadores de la
profesión, y aunque mi formación era sólida, me educaron en una perspectiva más
bien estrecha de la Terapia Ocupacional. Básicamente se preparaba a los
estudiantes dentro de un modelo de la salud predominantemente médico destinado
a las prácticas institucionales y privadas. Como podéis imaginar, al analizarlo
desde un ejercicio retrospectivo, esto causó las habituales tensiones y
“saludables” conflictos (tanto internos como externos) con respecto a si lo que
aprendía era Terapia Ocupacional o algo más cercano al Trabajo Social, la
Psicología (social), la Antropología y/o a la Política.
Sin embargo, durante el tercer año, en unas prácticas
durante cinco meses en una escuela para el aprendizaje temprano en el Bronx/New
York (en la que se realizaban intervenciones basadas mayoritariamente en el
enfoque de la Integración Sensorial) con niños pequeños que habitualmente
procedían de “familias desestructuradas” de “vecindarios empobrecidos” se
reafirmó mi punto de vista original sobre la Terapia Ocupacional, que tiene que
(llegar a) ser una práctica basada en la ocupación (más) comprometida
socialmente. Mi tesis final de año, “Terapia Ocupacional con niños de la calle”
en la ciudad de México, fue probablemente el “capítulo” más significativo de
mis años de estudiante. Esto me permitió un acercamiento (en mi narrativa
ocupacional) del “espíritu de la terapia ocupacional" y "la práctica
de la terapia ocupacional”.
El encuentro con Salvador Simó, que era uno de los
participantes en esta investigación, confirmó además que mi viaje iba por un
buen camino. Me invitó a unirme a su
Asociación Delfín, que más tarde se convertiría en lo que hoy se entiende como
un movimiento en todo el mundo, “Terapeutas
Ocupacionales sin Fronteras”, que ha producido una serie de (innovadoras)
publicaciones internacionales.
Junto con otros compañeros, defiendes que la Terapia
Ocupacional debe ejercerse desde una perspectiva más social, y sin embargo, no
parece que esta sea la filosofía dominante del colectivo. ¿Por qué crees que sucede
esto? ¿Cuáles son los fundamentos que te hacen seguir defendiendo con tanta
pasión la dimensión social de la terapia ocupacional?
En primer lugar, creo firmemente que los humanos somos seres
interdependientes, “animales socio-políticos”. Quién soy yo, lo que valoro y aquello que trato de defender
en mi vida cotidiana se ha visto fuertemente influenciado por dónde vengo, el
contexto socio-político en el que crecí, las interacciones con, por ejemplo,
mis padres y hermanos, amigos, los clientes de la panadería de mi familia, la
educación que he disfrutado así como una amplia exposición a las interacciones
con una diversidad de personas y situaciones. Sería absurdo ignorar el
desarrollo socio-histórico de nuestras experiencias cotidianas tanto a nivel individual
y colectivo. Cuando tratamos de dar sentido a nuestro "instrumento de
cambio" (la Terapia Ocupacional), son muchas las lecciones pertinentes que
se pueden extraer de esto, algo que no permitiría una actitud (demasiado)
individualista.
En segundo lugar, destacaría una amplia evidencia empírica
de la influencia de los determinantes
sociales de la salud –esto es, las
condiciones en las que las personas nacen, viven, trabajan que, junto con la edad y el sistema sanitario, son los
principales responsables de las desigualdades en materia de salud-, es decir,
las diferencias injustas y evitables en el estado de salud que se observan en y
entre países. Estas circunstancias están determinadas por la distribución
groseramente distorsionada del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial,
nacional y local. Tenemos la responsabilidad ético-política de tener en cuenta
estas realidades, en el aprendizaje, la
investigación y la práctica de la Terapia Ocupacional.
En tercer lugar, si el documento de posición en Derechos
Humanos de la WFOT - que reafirma el carácter político de nuestras prácticas- ,
vale más que el papel en el que está escrito, significa que todos los seres
humanos tienen capacidades diferentes y merecen la oportunidad de contribuir de
manera significativa al bienestar de los demás, entonces esto requiere un
cambio de perspectiva (paradigma), desde el estudio y comprensión de la
ocupación humana más que desde una perspectiva individualista (exclusivamente
dirigida a los intereses de una minoría de personas, a nivel mundial y local)
hacia un enfoque que descubre y pone en funcionamiento interpretaciones más
colectivas o sociales.
Para contribuir a este discurso emergente de una orientación
(más) social de la Terapia Ocupacional, en el Congreso de la WFOT 2010 en
Santiago de Chile nosotros presentamos el concepto de “ocupación colectiva”,
que operativamente podemos definir como “Ocupaciones que son llevadas a cabo
por grupos, comunidades y/o poblaciones en situaciones cotidianas, y que pueden
reflejar una necesidad de pertenencia, una intención colectiva hacia la
cohesión o la disfunción social y/o la promoción o la evitación de un bien
común”.
Sin duda, el contexto y la historia personal marcan la forma
en la que entendemos el significado de la ocupación ¿Cómo crees que ha influido
Sudáfrica en tu forma de ejercer y teorizar la disciplina?
A decir verdad, nunca me había imaginado que un día iba a
estar llamando a Sudáfrica mi nuevo hogar (yo soy originariamente de los Países
Bajos). Pero, curiosamente, esto parece haber desempeñado un papel clave en la
acuñación de la controvertida noción de
"apartheid ocupacional". En el congreso de la WFOT celebrado
en 2002 en Estocolmo / Suecia, dos colegas de la Universidad de Ciudad del Cabo
vieron este término en el póster de unos estudiantes. Sólo acerté a pasar
cuando se pronunciaron al respecto, lo que provocó una enérgica conversación.
Nos parecía que compartíamos puntos de vista similares sobre el futuro de
nuestra profesión. Esto nos llevó a que Salvador Simó y yo les invitásemos
a contribuir con una serie de cinco
capítulos desde Sudáfrica en nuestro primer libro “Terapia Ocupacional sin
Fronteras I: Aprendiendo del Espíritu de los Supervivientes”. A continuación,
el término se incluyó como uno de los "controvertidos trillizos”
(“apartheid ocupacional, privación y justicia") en el primer documento de
posición de la WFOT sobre Rehabilitación Basada en la Comunidad.
La WFOT me había invitado a la Reunión de su Consejo que se
realizaba en Ciudad del Cabo (Sudáfrica)
para proporcionar antecedentes sobre el proceso que generó esta declaración,
aprovechando la coyuntura, OTASA (Asociación Sudafricana de Terapia
Ocupacional) me había pedido que presentase una ponencia sobre "apartheid
ocupacional" en su Conferencia "Hacer las cosas de manera
diferente" (‘Doing Things Differently’) en 2004. Es digno de mencionarse
que ambos eventos se llevaron a cabo durante el 10º aniversario de la
democracia en Sudáfrica. Allí y entonces estaba Elelwani Ramugondo (una de las
colaboradoras de Sudáfrica en el libro “Terapia Ocupacional sin Fronteras –
I”); descubrimos sinergias increíbles en nuestras narrativas (ocupacionales)
individuales y profundamente convencidos de que estas se podían reforzar
mutuamente si nuestros viajes se combinaban. Nos casamos en 2006 y
conscientemente decidimos hacer de Sudáfrica el hogar, ahora con nuestras hijas Masana (casi 5 años) e Isha
(casi 3); "hogar" aquí también se entiende en las palabras del
escritor Ronald Suresh Roberts “allí donde hacemos lo que importa” (“there
where what [we] do matters”).
Estos antecedentes permiten contextualizar mi respuesta a la
pregunta “¿Cómo cree que Sudáfrica ha influido en su manera de teorizar y
ejercer nuestra disciplina?”. Mis
anteriores compromisos de Terapia Ocupacional habían estado principalmente basados en proyectos. Creo que
era percibido y me veía a mí mismo como una especie de“outsider” temporal.
Ahora, pienso y trabajo colectivamente en el marco de la construcción de un
hogar, no sólo para nuestra familia, sino también de una manera comprometida para todas las personas que
viven en Sudáfrica aumentando nuestras responsabilidades y aguzando nuestra
atención hacia ellas.
Basado en la evidencia empírica, este país o mejor dicho,
África como continente, es la “cuna de la humanidad ". Podéis recordar el
concierto de apertura de la Copa Mundial de la FIFA en Sudáfrica el pasado año
(sí, España derrotó a Holanda, no necesito que me lo recuerden), durante el
cual el Nobel de la Paz Desmond Tutu expresó su gran mensaje de "WELCOME
HOME" (“Bienvenidos al hogar”) a los participantes y espectadores de todas
las naciones del mundo.
Entonces, ¿Qué tal si nos aproximamos a la comprensión y la
práctica de la terapia ocupacional, a su concepto central de la “ocupación
humana” desde esta visión a lo largo de la historia, yuxtaponiendo la que ha
dominado estrechamente la “modernidad occidental” acerca de quiénes somos y qué
podemos llegar a ser?
Quizá, teniendo en cuenta “las epistemologías del Sur” de
las que habla Santos podamos abrir perspectivas y oportunidades para estudiar y
aplicar las ocupaciones que la gente experimenta en la afirmación de su
humanidad como una de nuestras principales preocupaciones y aportaciones a la
sociedad.
Una entrevista realizada y traducida por Daniel Emeric y
Pablo A. Cantero
Etiquetas: coop, Entrevistas, Profesión
Tu comentarios:
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Felicitaciones por publicar esta interesante entrevista a Frank Kronemberg. Me gusta la sinceridad y la constante y cuidada referencia a sus propias experiencias, que lo han ido constituyendo en lo que hoy es. Me gusta que nos ayude a mantener la idea de que somos animales políticos!
Un abrazo, Enrique Henny
Un abrazo, Enrique Henny
Me ha gustado mucho el articulo, coincido con el comentario de arriba, ha sido muy interesante, yo vengo de leer tambien algo sobre Oposiciones terapia ocupacional, entonces por ahi va la cosa.
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