31 marzo 2011

 

Tras el XI Congreso Nacional de Estudiantes de Terapia Ocupacional de A Coruña


El primer Congreso Nacional de Estudiantes de Terapia Ocupacional se celebró en Jaca en el año 2000. Los compañeros y compañeras que, en aquel momento estudiaban en la Universidad de Zaragoza, una de las primeras en implantar los estudios de Terapia Ocupacional, dudo que previesen el desarrollo y la importancia dinamizadora que estos eventos han tenido para la profesión en la última década.

La semana pasada la Universidad de A Coruña organizó la edición número once. Unas 150 personas se dieron cita en esta ciudad gallega para participar en las diferentes conferencias y talleres elegidos por una nutrida asociación de estudiantes que se han encargado de organizar con sumo cuidado, dedicación, esmero y cercanía este congreso (gracias por tratarnos tan, tan bien).

Pero hay congresos que están atravesados por una extraña fuerza, incluso por una cierta magia especial. Este ha sido uno de ellos. Sin duda. Una muestra es la proliferación de mensajes en la redes sociales que han conseguido movilizar a un colectivo, el de los estudiantes de terapia ocupacional, que suelen ser poco dados a ciertos ejercicios reivindicativos. Las palabras no sólo se refieren a lo divertida que es la noche coruñesa, que también, si no que muestran sobre todo el deseo de crear, el deseo construir juntos el futuro de la profesión. Con el tiempo seguro que tendremos la oportunidad de constatar el poder capitalizador y fortalecedor de este congreso.

Me siento un auténtico privilegiado por haber sido invitado a estar en Coruña, por haber podido estar hablando sobre sexualidad y, sobre todo, por compartir mesa redonda con otras cinco personas que se han ido convirtiendo en cómplices necesarios en el desarrollo de la profesión en nuestro país: Salva Simó, Inés Viana, Nereida Canosa, Miguel Angel Talavera, y ese “médico raro” que tanto ha hecho por nosotros, Sergio Santos. Un auténtico privilegio, una suerte compartir espacios, juntar palabras, desarrollar sinergias,...

Y ahora, ya en casa, con cierto reposo uno no puede más que repetir algunas de las palabras que dije:

Sólo ganaremos en futuro si somos capaces de coger el pulso de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, si somos capaces de salir a la calle, si somos capaces de estar cerca de los colectivos con los que trabajamos. Sólo ganaremos en futuro si somos capaces de crear propuestas innovadoras. Solo ganaremos en futuro si somos capaces de responsabilizarnos de la terapia ocupacional.
Se nos olvida que no somos nada sin el otro, sin la persona para la que trabajamos, con las que trabajamos, con las que forjamos procesos de transformación y de desarrollo. Creo que nos equivocamos si pensamos que nuestro objetivo es ser más y ganar más. Nuestro objetivo pasa por ser mejores para mejorar las vidas de las personas con las que trabajamos.
Pablo A. Cantero Garlito
Presidente COPTOEX

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grande pablo.....grande.
 
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