25 mayo 2010
XV Congreso WFOT (II): “La necesidad de una terapia anti-neoliberal”

Era el principio de un congreso que promete no ser un evento más. No puede serlo. Significa mucho más. Es el primero que se realiza en un país del Sur, precisamente en Latinoamérica (con todo lo que esto supone) y precisamente en Chile (con la historia de resistencia y lucha por los derechos humanos que arrastra). Es el primero que se realiza en un contexto alejado de los habituales focos de producción de conocimiento de la profesión situados en el norte anglosajón (el anterior congreso se realizó en Londres y el siguiente se trasladará a la ciudad japonesa de Yokohama). Es el primero que se realiza de manera bilingüe en castellano e inglés. Es el primero que se va a hacer eco y va a poner el foco en los derechos humanos, en la intervención social, en las prácticas comunitarias. Va a ser un congreso que apueste por la Justicia Social, con mayúsculas, lo que trasladado a nuestro ámbito ha venido en denominarse como “Justicia Ocupacional”, entendiendo por ella la "Igualdad de oportunidades y recursos que permitan la participación de las personas en ocupaciones significativas" (Wilcock y Townsend, 2000).
No era, por tanto, una casualidad que Max – Neef comenzase hablando de la necesidad de cambiar nuestro caduco sistema económico y que marcase una serie de principios que deben estar entre los pilares fundamentales de ese nuevo marco:
1) La economía está para servir a las personas (y no las personas a la economía).
2) El desarrollo tiene que ver con las personas (y no con los objetos).
3) Ninguna economía es posible al margen de los recursos. Éstos son limitados, perecederos y han estado sometidos a la codicia y estupidez humana.
4) El crecimiento permanente es imposible.
5) Ningún interés económico puede estar por encima de la vida.
Texto: Daniel Emeric Méaulle // Pablo A. Cantero Garlito; Foto: Daniel Emeric
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Gracias por compartir la experiencia y hacerla llegar a todos los T.O. que no estuvimos!. un abrazo!
Marta C.
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Marta C.
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